LA ELEGIDA DE LA 206

 
 
El Gran Hotel Victoria esconde un secreto del pasado tras sus muros. Amor, reencarnaciones almas gemelas. Adéntrate y disfruta de esta trepidante historia.

A veces un sueño puede llegar a desvelar algo que lleva dormido muchos años, incluso siglos.
También ponernos en antecedentes de lo que puede llegar a ocurrir en la realidad. Avisarnos, o mandar una señal de lo que está por llegar.
Ruth no dio mayor importancia al sueño que tuvo la noche anterior a los sucesos, hasta que comenzaron a ocurrir.
Sucesos extraordinarios e inexplicables, que sumergirán a la protagonista en una historia de amor y odio cruzado, donde la agonía de la muerte, la lleva esperando siglos para que la rescate de tan cruel destino. Ella precisamente es la elegida para esa ardua tarea.
Reencarnaciones, almas gemelas que a través del tiempo siguen siendo fieles a sus sentimientos.
Cuélate tras los muros de Gran Hotel victoria, y vivirás momentos verdaderamente sorprendentes, de la mano de Ruth.


 
 
 
 

En esta historia, la reencarnación juega un papel primordial, capaz de reunir dos seres reencarnados de dos épocas distintas, en un mismo plano.

Ruth, la protagonista de esta historia, se encuentra, por sorpresa, inmersa en una serie de acontecimientos sorprendentes, que más adelante comienzan a tener un sentido relevante en su vida.
Viajará a un pasado donde deberá salvar de un fatal desenlace a una pareja de amantes que la han elegido precisamente a ella para esta ardua tarea.
El motivo por el que ha sido ella la «elegida» queda ahí, para que tú, como lector, lo descubras.
Una historia donde el amor es el gran protagonista, ya sea en una época medieval, como la de nuestra historia, o en nuestros días, dado que para amar no existe el tiempo ni la razón. Tan solo manda el corazón.

Una historia que te mantendrá enganchado de principio a fin.

 
 
 

 
 
 
De repente, el cielo se oscureció, y un manto negro cubrió la faz de la tierra.
La luna hizo acopio de su luz y, con sus rayos plateados, fue inundando aquel extraño enclave de un fortuito resplandor.
Un frío gélido traspasó los confines del purgatorio, donde las almas esperan su purificación. La purificación final de los «elegidos».
Un lugar prohibido para el mal, donde no tiene cabida el odio, ni la maldad de los que quieren incurrir en el delito.
Un paso para llegar al paraíso, que puede durar siglos.
En un lugar inhóspito, alguien necesitaba ayuda. Sus gritos, enmudecidos por el tiempo, apenas se dejaban escuchar. Pero existía otro modo, otra forma de despertar y poder llegar hasta la persona elegida.

 
 
 
 
Cuando Ruth se introdujo en la cámara, sintió unas ganas inmensas de llorar. Sentía que una parte de ella se encontraba allí atrapada.
Sujeto a unas argollas de hierro, colgaba lo que quedaba de Rodrigo: los huesos de sus manos, esas que acariciaran con un amor inmenso a la mujer que yacía frente a él en aquel camastro. En el suelo, los restos del esqueleto del que un día fue un loco y tierno enamorado.
El camastro mantenía intacta la imagen de Jimena, sus cabellos, parte de su piel; y, entre una de sus costillas, se encontraba el puñal con el que había sido brutalmente asesinada por su esposo.
 
 




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